Desde hace un tiempo, el ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha un sistema de alquiler de bicicletas por paradas llamado bicing.
Por veintitantos euros al año puedes disponer de una bicicleta. No tienes más que ir a una de las paradas que han montado, pasar tu targeta, coger la que se te indique y dejarla en otra parada antes de x tiempo.
Hasta aquí lo estupendo.
Las pegas:
Se quitan plazas de aparcamiento para instalar las paradas del bicing, pero a la vez se dice que no hay espacio en la ciudad para poner nuevas paradas de taxi.
Se instalan plazas en la zona alta, obviamente no hay rotación de bicicletas, la gente baja al centro y ahí se queda la bici, que no estamos para subir cuestas.
Si los profesionales subiendo el Tourmalet y con toda la carretera para ellos, tienen que llevar casco, a ver qué pasa con los usuarios de la bici en ciudad que están exentos.
Cualquiera que se ponga en la esquina de la Rambla con Sta. Ana podrá ver como no se para casi ninguna bicicleta en el semáforo, eso sí, no se te ocurra recriminar nada que te ponen de hoja de perejil.
Los carriles bici: los motoristas tan contentos, y si un taxi se arrima al bordillo a encochar o desencochar, malas caras, se ve que es preferible pararse en medio y que se coman la puerta.
Desde luego cabría decir que hay todo tipo de conductores de bici, y que los hay que usan casco, respetan semáforos, usan luces o elementos reflectantes.....pero son los menos, al menos por lo que yo he observado.
Otra cosa, las bicicletas del bicing tienen un seguro de responsabilidad civil por si acaso, llevan su número identificador, es de agradecer, otros nada de nada, ni seguro ni identificación, y si pasa algo, que se responsabilice Rita.
En fin, que cada vez se restringe más el tráfico de superficie, pero sin dar alternativas de transporte público, se pretende que convivamos, conductores con motoristas, ciclistas y peatones, pero parece ser que las normas de tráfico sólo las hemos de cumplir los dos primeros.
