Hoy he pasado la ITV
Ya respiro tranquilo.
Supongo que para todo el mundo es un rato de agobio el que se
pasa, pero si el coche es tu medio para ganarte la vida, el agobio a ratos se
transforma en angustia.
Como el resto de vehículos, el taxi ha de pasar por una serie de
pruebas, comprobación del estado de las luces, emisión de gases, frenos,
amortiguadores, dirección…
Lo chocante es que someten al coche a una tortura que sólo es
equiparable a circular por un carril (para los de ciudad: un carril es una
pista forestal) después de la temporada de lluvias.
Además, por supuesto, tienes que llevar el recibo del seguro, lo
cual en el caso de los taxis lo veo imprescindible y motivo de inmovilización
del vehículo si no se tiene.
Por supuesto la cosa no acaba ahí para los taxis.
Tienes que pasar el control metrológico, es decir, ver que tu taxímetro
marca correctamente, ya sea en movimiento como en tiempo de espera.
Tienes que aportar un certificado conforme estás al corriente de
pago de tus recibos de autónomo, que digo yo qué tendrá que ver el que yo deba
dinero a la seguridad social para conducir un taxi, en todo caso es mi problema
para cuando me jubile. Diferente es si tengo una flota de taxis y he de aportar
los papeles conforme tengo a todos mis asalariados en regla, que según “Radio
Macuto” los “floteros” son los reyes del chanchullo.
Y además tienes que llevar el coche impecable, limpio como una
patena por dentro y por fuera, incluido el techo, y por cualquier nimiedad te
echan para atrás.
Sin ir más lejos, después de salir tan ufano de la parte mecánica
con un par de faltas leves (un retrovisor roto y una bombilla de freno fundida)
el encargado del tema taxi, me ha hecho reparar el retrovisor, y si no, no hay
pegatina, pues hala, a buscar una casa de recambios y soltar 67 euros por un
retrovisor, a pesar de que el código de circulación dice que es obligatorio
tener dos en buen estado, se ve que hacía feo ir con el retrovisor derecho
rajado.
Bueno, ya tengo las pegatinas, todo en orden hasta el año que
viene, y que no se me olvide, porque si llevas la ITV caducada un solo día, te
mandan el coche al depósito.
En resumen, que hasta hace un rato estaba Ay ay ay, y ahora estoy,
ufffffffffffffffff.
La cancioncilla de hoy no podía ser otra:
Pos ole y oleee churi q ya hasta dentro de un año no te tocara el acojonamiento, muacks!!!
ResponderEliminarEnhorabuena entonces. Tal como lo describes, parece algo tétrico acudir a una ITV, ¿tendrá algo que ver la corrupción ITV catalana con tales terrores?
ResponderEliminarPara un servidor, los pases por tales locales, nunca produjeron tales inseguridades o "desacougos".
Reitero: ¡¡¡felicidades para todo un año, que no está nada mal.!!!