lunes, 29 de abril de 2013

RUIDO


La semana pasada se celebró el “Día Mundial Contra el Ruido”
Sin entrar en consideraciones sobre si todos los días del año tengan que ser declarados “Día Mundial a Favor o en Contra de Algo” (que yo creo que no porque no son más que un día de buenas intenciones y luego si te he visto no me acuerdo), según el diccionario de la RAE, RUIDO: Sonido inarticulado, por lo general desagradable.
De lo que se deduce que el ruido es algo subjetivo, es decir, que a lo que unos les molesta a otros nos agrada y viceversa.
Porque seamos sinceros, nos molesta oír a nuestros vecinos por la noche en plena coyunda, pero seguramente nosotros hacemos el mismo ruido o tal vez más, así que sólo es un cuestión de envidia o de estar en el lado adecuado del tabique. Y lo mismo vale para esos niños correteando por el piso de arriba o jugando a canicas, que no me negareis que el clin clin clin de la canica tiene su enjundia, pero seguro que cuando jugabais vosotros, estabais más contentos que unas castañuelas.
Capítulo aparte es el vecino que estudia música y se pasa el sábado por la mañana haciendo escalas con el saxofón o intentando tocar “La Pantera Rosa” no dando bien tres notas seguidas, y “animándote” la resaca, o la vecina que le da por coser a máquina por la noche, y casualmente tiene el cuarto de costura encima del tuyo.
O lo ruidos de la ciudad, cláxones, frenazos, gritos, conversaciones, motores diesel y tubos de escape en mal estado, o el niñato del vespino trucado, que suena como 100 taladradoras y va tan deprisa como una burra vieja, pero oye “Mi tubarro peta de competi, tío”.
Y por supuesto, la discusión eterna entre generaciones, la música. Todos sin excepción seguramente habremos “charlado amistosamente” con los padres sobre el volumen y tipo de música que escuchábamos, e invariablemente la orden de:-Apaga ese ruido infernal-.o similar era dictada por los progenitores y olvidada a los cinco minutos, con lo que vuelta a empezar. Seguramente los “yeyés” se llevarían la bronca de sus padres por escuchar a los Beatles o al Dúo Dinámico, y estos yeyés abroncarían a sus hijos por oír a los Sex Pistols o a AC/DC, y si me apuras hasta Alaska o Los Secretos, y los punkis heavys o poperos, ahora están en lo mismo con la música electrónica o el reggetón (que tiene de música lo que yo de pitufo), y fijo que en unos años saldrá otra cosa y los que ahora perrean, echarán pestes por la boca al ver a su progenie escuchando otras cosas a todo volumen.
En resumen, que no tengamos la piel tan fina, seamos respetuosos, y hagamos ruido pero con conocimiento, y a poder ser civilizadamente, no sea que volvamos a oír la expresión “se oye ruido de sables” y nos acojonemos un poco.
Y para ilustrar, una cancioncica.

1 comentario:

  1. !! Un poquito de porvafor, si señor !!, no se puede vivir en comunidad y ser tan quejica como lo son algunos, ni tan cafres como otros, para todo existe un término medio, y en la convivencia, aunque es dificil, y como para todo lo demás, el termino medio existe, es cuestión de buscarlo y quererlo llevar a la práctica. Y hablando de ruido músical, me quedo con el "RUIDO" de mi querido Sabina, "....Ella le pidió que la llevara al fin de mundo, él puso a su nombre todas las olas el mar. Se miraron un segundo como dos desconocidos. Todas las ciudades eran pocas a sus ojos, ella quiso barcos y él no supo qué pescar. Y al final números rojos en la cuenta del olvido, y hubo tanto ruido que al final llegó el final.Mucho, mucho ruido, ruido de ventanas, nidos de manzanas que se acaban por pudrir. Mucho, mucho ruido, tanto, tanto ruido, tanto ruido y al final por fin el fin....." . Un beso

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