Cada vez contemplo más perplejo que la gente que manda
mensajes por diferentes medios, ya sea Facebook , SMS, o Twitter ; cuida cada
vez menos un aspecto para mí bastante importante: la ORTOGRAFÍA.
Mientras los políticos y “agentes” de la sociedad educativa
se enredan sobre discusiones bizantinas acerca de la calidad de la enseñanza, o
sobre la lengua vehicular en que ésta ha de impartirse, los jóvenes cada vez
escriben peor, y no sólo eso, es que su falta de rigor o de interés en el
lenguaje escrito se traslada al lenguaje oral.
Cada vez veo más gente incapaz de expresarse utilizando
frases más o menos largas, con sus conjunciones, sus pausas, y ya no hablemos
del uso de las subordinadas porque daría para un libro entero.
Alumnos de 3º de Derecho o cualquier otra carrera que
presentan exámenes redactados como si fuera un mensaje de móvil, utilizando ”xq” en lugar de “porque” o “por
qué”, despreciando los signos de puntuación como si hubieran alcanzado el nivel
de Saramago.
No voy a decir que antes el nivel educativo era mayor o
mejor, que lo era, simplemente que la exigencia a los alumnos sí que requería
que nos esforzáramos por escribir correctamente, más que nada, porque el primer
día de clase, el profesor ya dejaba bastante claro que iba en serio con el
asunto.
Junto con el programa de la asignatura, aparecía
invariablemente el asunto de las faltas de ortografía, la de lengua (castellana
o catalana) lo tenía claro, tres faltas = suspenso; y los acentos contaban como
media falta. Los demás ya fueran de ciencias o letras variaba, los había que
aplicaban el mismo criterio, y otros te descontaban un punto por cada falta.
Recuerdo que en 1º de BUP una profesora me devolvió un
trabajo de Biología, lleno de signos de puntuación, principalmente comas y
punto y coma, con una nota al pie que decía “El trabajo está bien, pero si lo
leo tal como lo has escrito me ahogo”.
Por supuesto ahora eso es impensable, al instante acudirían
los padres a poner el grito en el cielo, el resto de profesores diría que no
hay que ser tan exigente, y el alumno seguirá escribiendo sin importarle si lo
hace bien o mal.
A escribir correctamente se aprende con la práctica, pero
también con la lectura, así que padres que tenéis hijos o tíos que tenéis
sobrinos, regaladles a los chavales un libro de vez en cuando en lugar del
juego de la consola, y luego comentadlo con él, y por qué no, si el chaval se
lo merece, dadle una propinilla a modo de incentivo, que además de cultivar su
intelecto quedaréis como el papi o el tío guay.
PD: Si aparecen faltas de ortografía o sintaxis en este
escrito, la culpa no es de mis profesores, es del que me puso unos billares en
el camino del instituto.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar