viernes, 22 de marzo de 2013

Juan de Valdés


Hoy toca conocer a un conquense ilustre.
Confieso que hasta que no leí el otro día una referencia al personaje, ignoraba por completo su existencia, es más, como casi todos, al oír el nombre de Juan Valdés pensaba en el café de Colombia,  así que me puse a mirar un poco y he aquí el resultado.
Juan Valdés nació en Cuenca en 1509, estudió en Alcalá de Henares y mantuvo correspondencia con Erasmo de Rotterdamm.
En 1529 aparece su libro “Diálogo de doctrina cristiana”,  que no resultó del agrado de la iglesia de la contrarreforma por lo que fue acusado por la Inquisición y hubo de poner tierra de por medio marchando a Italia.
Residiendo en Nápoles escribe “Diálogo de la Lengua” en 1535, para ayudar a un grupo de amigos a perfeccionar el uso del castellano.
Esta obra no vería la luz hasta el siglo XVIII, en que fue editado como apéndice de “Orígenes de la lengua española” de Gregorio Mayans.
El Diálogo de la Lengua contiene toda suerte de juicios sobre cuestiones normativas de la lengua castellana más puera, estimando como tal la de lso refranes y mostrándose muy opuesto a Antonio de Nebrija, a quien consideraba demadiado afectado de andalucismo. En cuanto al mejor estilo, se uestra plenamente renacentista al escribir:
              "El estilo que tengo me es natural y sin afectación ninguna. Escribo como hablo;solamente      tengo cuidado de usar vocablos que signifiquen bien lo que quiero decir, y dígolo cuanto más llanamente me es posible, porque a mi parecer, en ninguna lengua está bien la afectación. 
Menéndez Pelayo, historiador de la ortodoxiacatólica y auténtico "martillo de herejes" en sus escritos, no tuvo reparos en admitir:
Si Antonio de Nebrija no hubiera escrito antes su Gramática, no tendríamos reparo en conceder al hereje de Cuenca el título de padre de la filología castellana.
Su nombre, junto con el de su hermano Alfonso, se barajó como posible autor de “El Lazarillo de Tormes” aunque la idea parece descartada en la actualidad.
En fin, que ahí os dejo a un conquense ilustre hasta ahora para mí desconocido.
Se pueden ampliar los datos en:
Y otras búsquedas del google

2 comentarios:

  1. Else dice:
    "O sea que habiais tres...
    Yo creí que los hombres ilustres de Cuenca eran Cabman y el Perales y ahora resulta que está también el Valdés, y para más señas hereje.
    Si es que siendo de Cuenca.., y suerte tuvo que no ardió en la hoguera que los discípulos de Francisco esto de pensar no lo llevaban muy bien.
    Bueno, pues me alegro de conocer a otro ilustre de nuestra tierra".

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  2. CAMPOAMOR me pide que ponga ésto:
    Juán de Valdés junto a su hermano mellizo(¿) Alfonso, secretario de Carlos I, fueron ejemplos del Humanismo renacentista que, pese a la Inquisición que siempre sospechó de sus amistades peligrosas, tanto le debemos los hispano hablantes. Conquenses de pro como Juán Maldonado[Cabman ya conoces a otro], pero éste discípulo de Nebrija, con N pues viene de la tartésica Nebrissa que fundara Baco.

    Ya ves que Cuenca da para todas las tendencias lingüisticas. La tendencia latina y culta de Nebrija y la tendencia popular, la del román paladino de Valdés. El eterno debate un castellano culteranista o popular. Góngora o Quevedo. Influencia eclesial o laica…rígido y estructurado o vivo y flexible. Lagartijo o Frascuelo. Menéndez o Pelayo. Ortega o Gasset… las eternas dos Españas.

    Pero por muy encantados que estemos con estos colgaos conquenses no seríamos justos si no agradeciésemos al mayor adorador de Baco, a Menédez y Pelayo y su Historia de los Heterodoxos en la que pretendiendo anatemizarlos por heréticos y filoluteranos los dio a conocer y cubriéndoles de gloria…. ¡¡ay D. Marcelino: si bebes. No escribas¡¡

    La Historia es cuasi justa y tanto Nebrija como Valdés pasaron a la posteridad, el uno dando su nombre a una universidad madrileña (lo clásico) y el otro a unos cafés colombianos (lo popular que en ese tiempo no se había inventado el carajillo)), menos mal que Málaga estaba atenta y corrigió la desigualdad evidente bautizando una de sus calles, cerca del Carlos Haya, con el nombre Juan de Valdés. Y es que esta Málaga, como una buena madre, simpre atenta a remediar injusticias y más si tienen regustos americanos como cuando entregó el dinero recaudado para hacer la segunada torre catedralicia a los yankis para ayudarles en su 4 de julio. Los yankis lo olvidaron y no lo agradecieron y los malagueños se quedaron con una catedral “manquita”pero con la alegría de la vida en los cuerpos morenos.

    Y como la memoria la tengo flaca, brindaré con una copa de vino dulce malagueño, bebida en copa divina para darle alegría a esa malagueña sacrifcada, brindaré por la vida y mis dulces flaquezas.

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